Estoy impaciente por compartir con ustedes un pequeño milagro de la naturaleza, ¡y además delicioso!
Me he echado a perder con el título, así que no hace falta alargar el suspense…
Se trata de arándanos.
¿Por qué esta fruta es tan buena para la salud?
Por los polifenoles que contiene, en particular la antocianina (otro nombre extraño). ¿Pero por qué más?
Los arándanos tienen una importante acción antioxidante (atrapan los radicales libres), lo que les confiere propiedades antienvejecimiento.
Desde el punto de vista cardiovascular, son muy protectores porque también tienen propiedades vasodilatadoras. En otras palabras, contribuyen a abrir las arterias, las venas y los capilares para que la sangre fluya más libremente, y también protegen las paredes.
En la práctica, el consumo regular de :
- Ayuda a reducir la tensión arterial
- Reduce 3 veces el riesgo de infarto de miocardio a partir de 3 raciones de arándano a la semana. *
La antocianina también tiene un efecto antiinflamatorio.
Combinado con las actividades antes mencionadas, lo convierte en un excelente protector cerebral.
Así pues, es ideal para que los jóvenes refuercen la memoria y la concentración, y para que las personas mayores mejoren la función cognitiva y ayuden a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
¡Y eso no es todo!
El consumo regular de arándanos también reduce el riesgo de diabetes de tipo 2** .
Los investigadores han atribuido un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa a las antocianinas de los arándanos ***.
También hay que señalar que ejercen una acción preventiva a través de numerosos mecanismos anticancerígenos, en particular epigenéticos ****.
Y eso no es todo: los arándanos tienen un efecto prebiótico, lo que significa que miman nuestra microbiota.
Y la guinda (no, arándano) del pastel es que nos dan una ayudita con nuestro peso: su consumo regular favorece la ganancia de masa corporal magra y la pérdida de grasa (o cómo limpiar tu conciencia comiéndote una porción de tarta de arándanos 😉lol ).
Y lo que es más, potencian nuestro brillo…. ¿Y qué más?
Así que convéncete ????
Para beneficiarte de sus múltiples virtudes, te recomendamos consumir 1 ración de 30 a 50 g (un buen puñado) 3 veces por semana, fresca o congelada (equivalente a 300 mg-600 mg/día de antocianinas).
Si hoy no encuentra arándanos, ¡que no cunda el pánico!
Aunque los arándanos (sobre todo los silvestres) son las bayas con mayor contenido en antocianinas, otras frutas también las contienen: moras, granadas, frambuesas, fresas y uvas (las he ordenado de mayor a menor contenido en antocianinas).
Los zumos de fruta son menos concentrados que la fruta fresca. Especialmente interesante es el zumo de granada (hablaremos más de él en otro artículo, ya que es mi favorito personal).
Y como no es verano todo el año, ¡piensa en la fruta congelada!
Eso sí, no las combines con leche (¡nada de batidos!), ya que se reduce la absorción de las famosas antocianinas.
Así que, para mejorar tu salud, sólo tienes que añadir arándanos a tu vida…
Referencias bibliográficas:
- *El consumo elevado de antocianinas se asocia a un menor riesgo de infarto de miocardio en mujeres jóvenes y de mediana edad
Aedín Cassidy 1, Kenneth J Mukamal, Lydia Liu, Mary Franz, A Heather Eliassen, Eric B Rimm
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23319811/ - ** : Ingesta de flavonoides en la dieta y riesgo de diabetes tipo 2 en hombres y mujeres de EE.UU.
Nicole M Wedick 1, An Pan, Aedín Cassidy, Eric B Rimm, Laura Sampson, Bernard Rosner, Walter Willett, Frank B Hu, Qi Sun, Rob M van Dam
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22357723/ - *** : Asociación de alimentos ricos en flavonoides y flavonoides con el riesgo de mortalidad por todas las causas
Kerry L Ivey 1, Majken K Jensen 1, Jonathan M Hodgson 2, A Heather Eliassen 3, Aedín Cassidy 4, Eric B Rimm 1
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28606222/ - **** : Las antocianinas y su papel en la prevención del cáncer
Li-Shu Wang1 y Gary D. Stoner1,* Información sobre los autores Copyright y Li
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2582525/